Tras aplazar la fecha varias veces consecutivas por causas ajenas a nuestra voluntad por fin el día uno de diciembre se celebró la primera kedada nocturna, aunque hubo varias bajas reseñables. A las 16.30 de la tarde el punto de encuentro fue el Oxido (patrocinador, jeje) donde nos juntamos todos bloqueando una arteria principal del pueblo. A la cita acudieron todos aquellos amantes de la gasolina; trialeros, croseros, endureros, quatxerros, bugueros…
La idea era organizar una salida donde podríamos ir todos aunque por tramos los quatxerros y bugueros no podían seguir la pista de los más avispadillos, por lo que seguían una ruta alternativa.
Desde el principio quedo claro a manos del presi (Torrente) y vicepresi (Txepigas) cuales eran las pautas que debíamos seguir.
Parece que no debió quedar muy claro porque en el cruce del Ka ya hubo los primeros despistados y nos reencontramos en el campo de fútbol viejo (Carlitos & Bugy). Siguiendo la estela de Txepi y su ayudante Albarito nos dirigimos hacia Marañon donde nos esperaba el Primer Ayedo que iba a provocar en nosotros las primeras risas y lagrimas.
Nos dirigimos hacia la capital del txoripan (Mea No) donde nos esperaba un ansiado avituallamiento en el bar del pueblo. Las PRIMERAS cervecitas llegaron como agua de mayo. Continuamos el recorrido hacia el santuario de Codés con la niebla, el barro y la noche como nuestro aliado. Al llegar ya tuvimos los primeros percances con alguno de los pilotos, el Vasco no andaba lejos.
Nos dirigimos hacia la capital del txoripan (Mea No) donde nos esperaba un ansiado avituallamiento en el bar del pueblo. Las PRIMERAS cervecitas llegaron como agua de mayo. Continuamos el recorrido hacia el santuario de Codés con la niebla, el barro y la noche como nuestro aliado. Al llegar ya tuvimos los primeros percances con alguno de los pilotos, el Vasco no andaba lejos.
Subimos a costalera y mientras los quatxeros y esta gente realizaron una ruta alternativa los demás indocumentados fueron por la sierra hasta el refugio donde nos esperaba una calurosa bienvenida: LA CENA. Como no se esperaba menos la sierra fue toda una odisea, aunque íbamos despacio y esperando unos a otros hubo varios percances.
Después de la cena regresamos al punto de salida (Oxido) donde nos esperaba otra calurosa bienvenida con nuestros amigos los licores. Fuimos llegando en plan Dakar (unos antes que otros) y nos dedicamos a lo que mejor se nos da: TRASNOTXAR.
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